Sistema Nervioso Simpático y Parasimpático
¿Qué tienen que ver con el estrés?
Para comprender esta relación es importante hablar sobre la homeostasis. Por definición, es la capacidad de los organismos de mantener una condición interna estable, compensando los cambios en su entorno, mediante el intercambio regulado de materia y energía con el exterior. Esto a través de las funciones metabólicas. Por ejemplo: la temperatura corporal, la frecuencia cardiaca, la presión sanguínea, el nivel de azúcar en sangre, el equilibrio de los fluidos -como la sangre y la orina-. así como la segregación de hormonas, entre otras funciones, deben ser reguladas dependiendo la edad, la actividad física, la temperatura del entorno, etc.
El protagonista en este proceso de regulación es el Sistema Nervioso Autónomo (SNA), también llamado Vegetativo, quien se encarga de regular dichas funciones involuntarias, permitiendo que el organismo se adapte al medio, manteniendo la homeostasis corporal.
A su vez, el SNA se divide en dos ramas principales:
Sistema Nervioso Simpático (SNS)
Sistema Nervioso Parasimpático (SNP)
Ambos sistemas trabajan de manera coordinada para mantener dicha homeostasis y responder a las necesidades del organismo en diferentes situaciones.
Sistema Nervioso Simpático (SNS)
El SNS se activa principalmente en situaciones de estrés, peligro o esfuerzo físico intenso. Su función principal es preparar al cuerpo para la "lucha o huida" (descarga de energía), movilizando recursos para enfrentar una amenaza.
Como resultado de la activación del SNS:
Aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Dilata los bronquios para mejorar la oxigenación.
Inhibe la digestión y la producción de saliva.
Dilata las pupilas para mejorar la visión.
Libera glucosa al torrente sanguíneo para proporcionar energía inmediata.
Aumenta la sudoración y la actividad de las glándulas suprarrenales (liberación de adrenalina y noradrenalina).
Sistema Nervioso Parasimpático (SNP)
El SNP tiene un efecto opuesto al SNS y se activa en momentos de calma y descanso. Su función principal es promover la recuperación y la conservación de energía, facilitando la "respuesta de relajación y digestión" .
Al activarse el SNP:
Disminuye la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Constriñe los bronquios para una respiración más pausada.
Estimula la digestión y la producción de saliva.
Contrae las pupilas.
Promueve la regeneración celular y el almacenamiento de energía.
El Nervio Vago y su Relación con el Estrés
El nervio vago es el componente principal del sistema nervioso parasimpático y desempeña un papel clave en la regulación de diversas funciones corporales. Se extiende desde el tronco encefálico (bulbo raquídeo) hasta varios órganos del cuerpo, incluyendo el corazón, los pulmones, el estómago, los intestinos y otros órganos del sistema digestivo.
Este nervio es de suma importancia debido a sus funciones:
· Regula la frecuencia cardíaca disminuyéndola en estados de relajación.
· Controla la digestión y el movimiento intestinal.
· Influye en la respiración y en la respuesta inflamatoria del cuerpo.
· Está involucrado en la producción de neurotransmisores como la acetilcolina, que favorecen la relajación y el bienestar.
Nervio Vago y su relación con el Estrés
Cuando el estrés es crónico y el SNS está hiperactivado, el nervio vago puede volverse menos eficiente, lo que dificulta la recuperación del cuerpo tras episodios de tensión. Esto puede provocar problemas como ansiedad, inflamación crónica y trastornos digestivos.
Técnicas como la respiración profunda, la meditación, el yoga y la exposición al agua fría pueden estimular el nervio vago y favorecer el equilibrio entre el SNS y el SNP.
Diferencias básicas entre el SNS y el SNP
Característica
Sistema Nervioso Simpático
Sistema Nervioso Parasimpático
Respuesta
Activación y alerta
Relajación y recuperación
Frecuencia cardíaca
Aumenta
Disminuye
Digestión
Inhibida
Estimulada
Pupilas
Dilatadas
Contraídas
Energía
Gastada rápidamente
Conservada y almacenada
Respiración
Acelerada
Lenta y profunda
El SNS y el SNP forman un gran equipo.
Ambos sistemas trabajan de manera coordinada y complementaria. No pueden estar activos simultáneamente. El SNS prepara al cuerpo para responder a situaciones de emergencia, mientras que el SNP restablece el equilibrio tras la activación simpática.
Por ejemplo, cuando alguien se enfrenta a una situación de peligro, el SNS se activa, aumentando la frecuencia cardíaca y la liberación de adrenalina. Una vez que la amenaza desaparece, el SNP entra en acción para reducir la actividad cardíaca y restaurar las funciones digestivas y metabólicas normales.
Importancia del Equilibrio entre el SNS y el SNP
El equilibrio entre ambos sistemas es crucial para la salud y el bienestar general. Un exceso de activación del SNS puede generar estrés crónico, ansiedad, hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, una sobreactivación del SNP puede provocar fatiga extrema, presión arterial baja y falta de energía.
Estrategias para mantener un equilibrio adecuado entre ambos sistemas incluyen:
· Ejercicio físico moderado para activar el SNP después del estrés.
· Técnicas de respiración y meditación para reducir la activación del SNS.
· Sueño adecuado y descanso para restaurar el equilibrio.
· Alimentación balanceada que favorezca la regulación del SNA.
El sistema nervioso simpático y parasimpático trabajan en conjunto para garantizar la supervivencia y el bienestar del organismo. Mantener un equilibrio entre ambos es esencial para la salud física y mental, evitando los efectos negativos del estrés crónico y promoviendo la recuperación y regeneración del cuerpo.
Algunas fuentes:
Neurociencia y biología del comportamiento" – Bryan Kolb & Ian Q. Whishaw
Netter - Atlas de Neurociencia, 2017
Felten L. David, M. Kerry O’Banion, Mary Summo Maida